Aeropuerto Internacional Atatürk

Rubias putonas que existen sólo para perfumarse y ser cogidas por ejecutivos voladores taconean el piso impecable. Parecen hechas de los mismos materiales que el aeropuerto: acero, vidrio y fibra. Un niño llora desaforado. El freeshop es una mierda, no hay electrónicos, sólo Toblerone, Jonhy Walker y perfumes. Al cuarto vaso de la mínima muestra gratis de whisky siento que me miran mal. Tengo que esperar 2 horas y mi libro también es una mierda. Me gustaría tener un hijo que llora para pegarle y decirle que se calle. O mejor, ser el niño y chillar más fuerte cuando me pegan.